Si quiere probar una opción divertida y alternativa a sus piernas, Lucca se presta mucho más que otras ciudades a una visita guiada en segway o en bicicleta, porque su precioso y a veces sorprendente centro histórico está encerrado por murallas de algo menos de cinco kilómetros de longitud y es absolutamente llano.
El itinerario es idéntico al que se puede recorrer a pie: iremos en bicicleta (o a pie) por las enormes murallas, que son el orgullo de la ciudad, para descubrir la cuna de Giacomo Puccini. Es una experiencia única, porque desde lo alto de la muralla, abrigada por la sombra de grandes arboles, disfrutaremos de las vistas sobre los tejados de las casas-torre de la ciudad antigua. Después descenderemos para visitar los principales lugares: el anfiteatro romano, la torre Guinigi con su sorprendente cima, la plaza de San Michele, desde tiempos inmemoriales el centro de la vida de Lucca, la basílica de San Frediano, con su característico estilo románico, la catedral de San Martino, con sus coloridas incrustaciones, el jardín renacentista del Palacio Pfanner.
Si lo desea, podrá degustar gratuitamente las extraordinarias especialidades gastronómicas de Lucca: aceite de oliva virgen extra, vinos, trufas, embutidos, etc.