Actualmente el centro histórico de Pisa está casi completamente rodeado por las antiguas murallas de la ciudad y merece una atenta visita, que puede hacerse a pie, en bicicleta o incluso en segway.
Sea cual sea el medio de transporte elegido, podrá detenerse en la Piazza dei Cavalieri, donde podrá admirar los palacios del siglo XVI construidos por la Orden de los Caballeros de San Esteban; podrá pasear por las orillas del rio Arno admirando las fachadas renacentistas y la Chiesa della Spina, una joya gótica; podrá visitar museos únicos en Italia, como el de San Mateo, dedicado a las cruces pintadas medievales y a las pilas de cerámica árabes, o el flamante museo de barcos antiguos, fruto de un enorme descubrimiento realizado hace treinta años. También podrá admirar un magnífico mural que Keith Haring, el famoso exponente del arte callejero, quiso dejar a nuestra ciudad antes de su muerte.
La visita está especialmente recomendada para quienes quieran salirse de los caminos tradicionales, y se sorprenderán en descubrir que Pisa no es tan sólo la ciudad de la torre inclinada.